Beholder de las montañas grises: escrito por Bardur BR-Tourmaline

[Diego Torrescano 13]

 

Ah .... que es lo que veo ante mi? Bienvenido viajero, debió ser un largo viaje.
Veo que estás interesado en las historias que rodean a Arinar, bueno entonces déjame contarte una historia, una de cuando solía ser un joven cazador pues aunque no lo creas yo era un gran aventurero al igual que tú ....... hasta que me dispararon una flecha en la rodilla. Y está historia comienza así:

Hace tiempo en un día como este cuando la primavera llegaba a su ocaso en las tierras de irselnort, las esferas blancas empezaron a descender, pues como es bien sabido las esferas son enviadas desde el cielo por el caminante blanco dejando una estela detrás que ilumina el cielo con el brillo de mil soles para dejar fluir los ríos del tiempo y revelar los misterios que oculta el velo del espacio y el tiempo. Pero incluso en las cosas mas bellas pueden ocultarse grandes peligros.

Tras el descenso de las esferas blancas los ríos del tiempo cambiaron su rumbo y la línea que divide el tiempo se volvió cada vez más borrosa hasta que se desvaneció por completo, aunque no era posible verlo podía sentirse en el ambiente, como si el aire se congelará y todo comenzará a distorsionarse en un instante, pero incluso con toda esa confusión un aura de calma invadió el ambiente; una calma que no duró mucho, pues súbitamente fue interrumpida por el rugir de los volcanes de Nadir-Sard. La tierra comenzó a crujir bajo mis pies y el mundo se comenzó a sacudir con violencia, era claro que algo más había sentido la presencia de las esferas blancas, un gran estruendo sacudió las montañas grises y poco a poco una nube de cenizas cubrió los alrededores, el aire se torno cada vez más pesado y sofocante y el dulce aroma de las flores que alguna vez cubrieron el llano de las montañas grises fue opacado por un amargo olor a cenizas y roca, en cuestión de minutos la tierra comenzó a marchitarse y el caos no tardó en hacerse presente, pero el verdadero peligro aún yacía oculto.

- el descenso de las esferas -

Recuerdo perfectamente el momento en  que la penumbra de la noche cayó sobre la costa de las cenizas, un silencio perturbador azotó las montañas grises y una espesa niebla cubrió la aldea que combinada con la nube de cenizas hacía imposible ver algo más allá de unos cuantos metros, entre la oscuridad podía sentirse la presencia de una criatura acechando desde la protección de las sombras, en ese momento estaba buscando un refugio para pasar la noche, llame de puerta en puerta pero nadie respondía, la atmósfera se inundó de una sensación agobiante de terror y mi desesperación era cada vez mayor.

 

Vagando en el silencio de la noche pensé en buscar refugio en la iglesia del pueblo pero de camino un gruñido rompió el largo silencio, podía sentir como algo se arrastraba en las cenizas, pero la neblina no me permitía ver de qué se trataba, pero algo era seguro, en ese momento me convertí en su presa, el terror recorrió mi cuerpo y al no poder confiar en mí visón, tuve que valerme de mis otros sentidos, empuñe mi espada con fuerza y me prepare para el combate, escuchaba su gruñido y sus movimientos y el viento que provocaba al atacar, con mi espada logre bloquear sus ataques y de entre la niebla logre divisar lo que parecían ser largos tentáculos y en una ágil maniobra utilicé mi arco para dispararle a lo que creía era el origen de los tentáculos y por lo visto lo había logrado, un agudo chillido disipó la niebla por unos instantes y alcance a ver lo que era una masa de carne con un gran ojo y una boca llena de colmillos y unos largos tentáculos con ojos y otros con ventosas. El monstruo huyó hacia el espesor del bosque dejando un rastro de sangre en el suelo mientras sus chillidos y gruñidos se alejaban, por el momento parecía que estaba a salvó.

- combate en la niebla - 

 

Caminé  por un ancho camino de guijarros, había llegado a la iglesia, pero cuando entre al jardín encontré una escena que me dejó helada la sangre, en el jardín yacían los cuerpos de los celadores y del obispo petrificados, hechos piedra y al entrar a la iglesia las cosas no mejoraron, dentro solo se encontraban las estatuas de lo que alguna vez fueron habitantes del pueblo, parece que no fui el único en pensar en refugiarse ahí.

- llegada a la iglesia -

 

Al amanecer las montañas grises se vieron sacudidas por los gritos de horror de los habitantes de los pueblos circundantes, es difícil olvidar aquellos gritos de dolor y desesperación que calaban en lo más profundo del alma. Sabía que tenía que hacer algo, pero era claro que no podría hacerlo solo, necesitaba la ayuda de alguien que no solo tuviera experiencia en el campo de batalla sino también que tuviera conocimiento sobre bestias y hechizos, por lo que parti hacia el acantilado de la armadura en busca mi antigua compañera de aventuras, Lybeca de las cuevas de cristal, la cazadora de sombras una hábil chamán de godgorrath. Al  no poseer un caballo tuve que ir a pie, el viaje tardo dos días y dos noches y no fue para nada sencillo, las  esferas blancas trajeron consigo  fantasmas del pasado, espejismos  del tiempo que acechan en los caminos cazando a los viajeros desprevenidos, día y noche combati a los espejismos, durmiendo con un ojo abierto para evitar caer presa de ellos hasta que finalmente llegué a una aldea de pescadores en la zona norte del acantilado de la armadura, la nube de cenizas no había llegado ahí aún por lo que la vida transcurría casi con normalidad ahi, tras una breve búsqueda encontré a Lyb en una cueva frente a un estanque cercano a la aldea, la esencia del estanque era relajante podía escuchar el aletear de las aves y oler el pasto del bosque y el aura de paz que rodeaba a Lyb era algo reconfortante. Ella parecía sorprendida y a la vez alegrada de verme una vez más y tras una charla logre convencerla de ayudarme a cazar a la criatura de las montañas grises, Lyb rara vez se involucraba en los asuntos de la Legión, pero incluso ella sabía que fuera lo que fuera, lo que se ocultaba en las montañas comprometía más que solo los intereses de la Legión. Para cazar a la criatura se requerían preparativos especiales por lo que nos dividimos para obtener lo necesario, ella iría por las provisiones y yo por el transporte.

 

Busque a alguien que pudiera llevarnos a las montañas grises pero por más que lo intente no logré hacer que nadie nos llevará o siquiera prestará un caballo para ir hacia las montañas y la verdad no los culpo, en su lugar probablemente tampoco lo haría ya que no había garantía de regresar a salvó. En busca del transporte encontré a un viejo amigo mío, el caballero del fénix negro Andrej de moraktar, aunque todos lo conocíamos como Traicky. El había escuchado de los rumores de las montañas grises y se dirigía hacia allá para investigar, al compartir el mismo objetivo se nos unió en nuestro camino hacia las montañas grises. Momentos después llegó Lyb con un gran saco de lo que creía estaba lleno de las provisiones que le había pedido así que emprendimos nuestro viaje hacia las montañas.

- el viaje de los 3 héroes -

 

Durante el viaje les hable sobre lo que había visto en las montañas grises y los tres llegamos a la misma conclusión, la criatura que se ocultaba en las montañas de irselnort era un "Beholder" una criatura extremadamente rara que se  creía extinta hace tiempo, Lyb  y yo nos  enfrentamos  a uno en  los túneles más profundos de moraktar ,  pero no sé comparaba en tamaño ni poder,  los  Beholder tienen la capacidad de  dañar con su mirada ,  pero eran escasos los registros de alguno que pudiera petrificar a las personas con solo verlos.

Debido a que los Beholder son bastante sensibles a la luz se ocultan en lugares húmedos y oscuros por lo que dedujimos que el Beholder de las montañas grises se ocultaba en las antiguas minas de coridon carmesí en la punta de las montañas así que creamos una estrategia para vencerlo de una vez por todas.

 

Finalmente habíamos llegado a las faldas de las montañas grises, el ambiente era dominado por un silencio mortal y la vista no lo hacía mejor, lo que alguna vez fue la rebosante ciudad de las montañas ahora no era más que un pueblo fantasma repleto de las estatuas que fueron víctimas del Beholder. Nos dirigimos hacia la antigua fortaleza de las montañas grises dónde se encontraban las ruinas de las minas de coridon carmesí, el plan era instalar las antorchas que le pedí a Lyb que comprará al rededor de la entrada de los túneles para evitar que el Beholder nos atacará o huyera y al final acabarlo con la magia runica de Lyb ........ pero tuvimos que hacer un cambio de planes cuando me di cuenta de que había comprado pollo en lugar de antorchas y pergaminos en lugar de pociones así que hicimos lo que un guerrero experimentado hubiera hecho; hicimos  un pic-nic en las faldas de la montaña y nos comimos los muslos de pollo y los pays de manzana, un verdadero guerrero nunca desperdicia la comida.

Y con el estómago bien lleno Lyb, Traicky y yo empezamos a subir la montaña por el sendero de la fortaleza. El camino no fue nada fácil, el frío de la montaña era cada vez más notorio y la nube de cenizas dificultaba la respiración, lo único que se podía ver era el cada vez más confuso sendero y nuestras huellas en la capa de nieve y cenizas y para hacerlo aún peor los espejismos del tiempo no tardaron en aparecer, la crueldad de la montaña nos enloquecia poco a poco destrozando nuestras mentes y poniéndonos a prueba siempre que se presentaba la oportunidad, pero después de un largo camino logramos llegar a la cumbre de la montaña, la fortaleza se encontràba justo enfrente,en las laderas se veian las betas de coridon carmesí resplandeciendo como estrellas en el cielo y la nieve soplando era como polvo de diamantes golpeando suavemente nuestros rostros mientras los últimos rayos del sol se filtraban por encima de las nubes que ahora estaban por debajo de nosotros bañando la montaña con una cálida luz y tiñiendo el cielo con un naranja ardiente, pero el frío era tal que la escarcha comenzó a formarse y extenderse por nuestra piel y armas por lo que prendimos fuego con lo que pudimos encontrar para entrar en calor.

 

Mientras  aún contábamos con la protección del sol pusimos en marcha nuestro nuevo plan. Lyb  creo un círculo de runas y, a Traicky se le ocurrió usar su escudo como un espejo para ver el reflejo del Beholder y poderlo atacar sin el riesgo de ser petrificado, mientras tanto me posicione en un árbol con mi arco para dispararle desde la distancia.

- círculo runico -

Al poco tiempo el velo de la noche cubrió las montañas grises y la luna se asomaba por la montaña bañándola con su luz plateada, había llegado la hora de acabar con el Beholder. Usamos lo que quedó el pollo para atraerlo y sacarlo de su escondite; al final no fue tan inútil como pensé. Cuando por fin salió de la cueva Traicky tomo su maza y con ayuda de su escudo y las bestias que invocaba se enfrentó al Beholder guiandolo hacia el círculo de runas mientras yo disparaba a la distancia para distraerlo, cuando por fin piso el círculo de runas use un hechizo en mi flecha para aturdirlo y así poder activar el círculo y cuando fue activado ocho rayos descendieron desde los cielos apuntando hacia el Beholder, creímos que lo habíamos vencido ...... pero no fue asi, de alguna forma logro sobrevivir al ataque, solo lo logramos enfurecer, un estruendoso rugido rompió la calma de la montaña, miro a Lyb con rabia y se lanzó al ataque, en ese momento Traicky con su escudo bloqueo los ataques del Beholder y usando el fuego del fénix negro logro hacer que el Beholder retrocediera, como Lyb había agotado su mana al activar el círculo runico no fue capaz moverse así que estábamos en desventaja. De un salto baje del árbol y empuñando mi espada corri lo más rápido que pude, afortunadamente tenía una poción de mana en mi bolso así que se la arroje a Lyb, pero olvide que era de vista corta así que reboto en su cabeza y finalmente cayó en sus manos. Nuestro plan había fallado así que tuvieron que improvisar, luchando espalda contra espalda apoye Traicky con la esperanza de vencer al Beholder, repartiendo tajos y golpes logramos mantenerlo a raya pero se nos agotaban las fuerzas así que con lo poco que me quedaba de mana arroje una daga explosiva que aturdió al Beholder y nos dió tiempo suficiente para poder replegarnos.
Lyb sugirió un plan bastante arriesgado pero por las circunstancias era nuestra única opción.

 

Lyb salió al combate apoyada por Traicky guiando al Beholder hacia el borde de la fortaleza hacia el acantilado peleando valientemente y después de unos instantes Lyb grito "Hazlo ahora !!!" Y con todas mis fuerzas concentre mi mana en mi espada y la arroje apuntando al Beholder, cruzando la fortaleza cuál rayo la espada se incrustó en Beholder quien cayó desde el borde del acantilado y con un gran estruendo impacto en la base de la montaña dejando un fuerte chillido por detrás, el Beholder había Sido derrotado.

Antes de salir al combate Lyb había envuelto mi espada en los pergaminos que compro los cuales contienen grandes cantidades de mana e inscribió runas en ellos para que al activarlas el mana en los pergaminos estallara y asi dar un golpe mortal, de alguna forma funcionó y ese mismo día la nube de cenizas que cubrió el altiplano de irselnort durante días se disipó y aquellos que fueron petrificados regresaron a la normalidad devolviendo la paz y la tranquilidad a Arinar una vez más.

 

Este es el fin de esta larga historia joven viajero, de como 3 simples héroes lograron salvar Arinar, una de muchas historias, pero veo que ya debes irte, suerte en tu camino viajero, cuando vuelvas más historias te esperan o quién sabe tal vez tú me cuentes una.

- el fin del camino - 

 

Edited May 30, 2021 by Diego Torrescano
Cambie algunas palabras para que la historia fuera más fluida y más agradable de leer

[antoniohg 9]

Precisa do apelido do seu personagem e o nome do servidor.

Edited May 30, 2021 by antoniohg

[Diego Torrescano 13]

6 minutes ago, antoniohg said:

Você não colocou o nome do seu personagem e o servidor.

Está en el título, el nombre y el servidor

[antoniohg 9]

Não percebi...

seus desenhos são muito bonitos.

Edited May 30, 2021 by antoniohg

[Andres Florindo 1]

On 5/24/2021 at 3:35 PM, Diego Torrescano said:

 

Ah .... que es lo que veo ante mi? Bienvenido viajero, debió ser un largo viaje.
Veo que estás interesado en las historias que rodean a Arinar, bueno entonces déjame contarte una historia, una de cuando solía ser un joven cazador pues aunque no lo creas yo era un gran aventurero al igual que tú ....... hasta que me dispararon una flecha en la rodilla. Y está historia comienza así:

Hace tiempo en un día como este cuando la primavera llegaba a su ocaso en las tierras de irselnort, las esferas blancas empezaron a descender, pues como es bien sabido las esferas son enviadas desde el cielo por el caminante blanco dejando una estela detrás que ilumina el cielo con el brillo de mil soles para dejar fluir los ríos del tiempo y revelar los misterios que oculta el velo del espacio y el tiempo. Pero incluso en las cosas mas bellas pueden ocultarse grandes peligros.

Tras el descenso de las esferas blancas los ríos del tiempo cambiaron su rumbo y la línea que divide el tiempo se volvió cada vez más borrosa hasta que se desvaneció por completo, aunque no era posible verlo podía sentirse en el ambiente, como si el aire se congelará y todo comenzará a distorsionarse en un instante, pero incluso con toda esa confusión un aura de calma invadió el ambiente; una calma que no duró mucho, pues súbitamente fue interrumpida por el rugir de los volcanes de Nadir-Sard. La tierra comenzó a crujir bajo mis pies y el mundo se comenzó a sacudir con violencia, era claro que algo más había sentido la presencia de las esferas blancas, un gran estruendo sacudió las montañas grises y poco a poco una nube de cenizas cubrió los alrededores, el aire se torno cada vez más pesado y sofocante y el dulce aroma de las flores que alguna vez cubrieron el llano de las montañas grises fue opacado por un amargo olor a cenizas y roca, en cuestión de minutos la tierra comenzó a marchitarse y el caos no tardó en hacerse presente, pero el verdadero peligro aún yacía oculto.

- el descenso de las esferas -

Recuerdo perfectamente el momento en  que la penumbra de la noche cayó sobre la costa de las cenizas, un silencio perturbador azotó las montañas grises y una espesa niebla cubrió la aldea que combinada con la nube de cenizas hacía imposible ver algo más allá de unos cuantos metros, entre la oscuridad podía sentirse la presencia de una criatura acechando desde la protección de las sombras, en ese momento estaba buscando un refugio para pasar la noche, llame de puerta en puerta pero nadie respondía, la atmósfera se inundó de una sensación agobiante de terror y mi desesperación era cada vez mayor.

 

Vagando en el silencio de la noche pensé en buscar refugio en la iglesia del pueblo pero de camino un gruñido rompió el largo silencio, podía sentir como algo se arrastraba en las cenizas, pero la neblina no me permitía ver de qué se trataba, pero algo era seguro, en ese momento me convertí en su presa, el terror recorrió mi cuerpo y al no poder confiar en mí visón, tuve que valerme de mis otros sentidos, empuñe mi espada con fuerza y me prepare para el combate, escuchaba su gruñido y sus movimientos y el viento que provocaba al atacar, con mi espada logre bloquear sus ataques y de entre la niebla logre divisar lo que parecían ser largos tentáculos y en una ágil maniobra utilicé mi arco para dispararle a lo que creía era el origen de los tentáculos y por lo visto lo había logrado, un agudo chillido disipó la niebla por unos instantes y alcance a ver lo que era una masa de carne con un gran ojo y una boca llena de colmillos y unos largos tentáculos con ojos y otros con ventosas. El monstruo huyó hacia el espesor del bosque dejando un rastro de sangre en el suelo mientras sus chillidos y gruñidos se alejaban, por el momento parecía que estaba a salvó.

- combate en la niebla - 

 

Caminé  por un ancho camino de guijarros, había llegado a la iglesia, pero cuando entre al jardín encontré una escena que me dejó helada la sangre, en el jardín yacían los cuerpos de los celadores y del obispo petrificados, hechos piedra y al entrar a la iglesia las cosas no mejoraron, dentro solo se encontraban las estatuas de lo que alguna vez fueron habitantes del pueblo, parece que no fui el único en pensar en refugiarse ahí.

- llegada a la iglesia -

 

Al amanecer las montañas grises se vieron sacudidas por los gritos de horror de los habitantes de los pueblos circundantes, es difícil olvidar aquellos gritos de dolor y desesperación que calaban en lo más profundo del alma. Sabía que tenía que hacer algo, pero era claro que no podría hacerlo solo, necesitaba la ayuda de alguien que no solo tuviera experiencia en el campo de batalla sino también que tuviera conocimiento sobre bestias y hechizos, por lo que parti hacia el acantilado de la armadura en busca mi antigua compañera de aventuras, Lybeca de las cuevas de cristal, la cazadora de sombras una hábil chamán de godgorrath. Al  no poseer un caballo tuve que ir a pie, el viaje tardo dos días y dos noches y no fue para nada sencillo, las  esferas blancas trajeron consigo  fantasmas del pasado, espejismos  del tiempo que acechan en los caminos cazando a los viajeros desprevenidos, día y noche combati a los espejismos, durmiendo con un ojo abierto para evitar caer presa de ellos hasta que finalmente llegué a una aldea de pescadores en la zona norte del acantilado de la armadura, la nube de cenizas no había llegado ahí aún por lo que la vida transcurría casi con normalidad ahi, tras una breve búsqueda encontré a Lyb en una cueva frente a un estanque cercano a la aldea, la esencia del estanque era relajante podía escuchar el aletear de las aves y oler el pasto del bosque y el aura de paz que rodeaba a Lyb era algo reconfortante. Ella parecía sorprendida y a la vez alegrada de verme una vez más y tras una charla logre convencerla de ayudarme a cazar a la criatura de las montañas grises, Lyb rara vez se involucraba en los asuntos de la Legión, pero incluso ella sabía que fuera lo que fuera, lo que se ocultaba en las montañas comprometía más que solo los intereses de la Legión. Para cazar a la criatura se requerían preparativos especiales por lo que nos dividimos para obtener lo necesario, ella iría por las provisiones y yo por el transporte.

 

Busque a alguien que pudiera llevarnos a las montañas grises pero por más que lo intente no logré hacer que nadie nos llevará o siquiera prestará un caballo para ir hacia las montañas y la verdad no los culpo, en su lugar probablemente tampoco lo haría ya que no había garantía de regresar a salvó. En busca del transporte encontré a un viejo amigo mío, el caballero del fénix negro Andrej de moraktar, aunque todos lo conocíamos como Traicky. El había escuchado de los rumores de las montañas grises y se dirigía hacia allá para investigar, al compartir el mismo objetivo se nos unió en nuestro camino hacia las montañas grises. Momentos después llegó Lyb con un gran saco de lo que creía estaba lleno de las provisiones que le había pedido así que emprendimos nuestro viaje hacia las montañas.

- el viaje de los 3 héroes -

 

Durante el viaje les hable sobre lo que había visto en las montañas grises y los tres llegamos a la misma conclusión, la criatura que se ocultaba en las montañas de irselnort era un "Beholder" una criatura extremadamente rara que se  creía extinta hace tiempo, Lyb  y yo nos  enfrentamos  a uno en  los túneles más profundos de moraktar ,  pero no sé comparaba en tamaño ni poder,  los  Beholder tienen la capacidad de  dañar con su mirada ,  pero eran escasos los registros de alguno que pudiera petrificar a las personas con solo verlos.

Debido a que los Beholder son bastante sensibles a la luz se ocultan en lugares húmedos y oscuros por lo que dedujimos que el Beholder de las montañas grises se ocultaba en las antiguas minas de coridon carmesí en la punta de las montañas así que creamos una estrategia para vencerlo de una vez por todas.

 

Finalmente habíamos llegado a las faldas de las montañas grises, el ambiente era dominado por un silencio mortal y la vista no lo hacía mejor, lo que alguna vez fue la rebosante ciudad de las montañas ahora no era más que un pueblo fantasma repleto de las estatuas que fueron víctimas del Beholder. Nos dirigimos hacia la antigua fortaleza de las montañas grises dónde se encontraban las ruinas de las minas de coridon carmesí, el plan era instalar las antorchas que le pedí a Lyb que comprará al rededor de la entrada de los túneles para evitar que el Beholder nos atacará o huyera y al final acabarlo con la magia runica de Lyb ........ pero tuvimos que hacer un cambio de planes cuando me di cuenta de que había comprado pollo en lugar de antorchas y pergaminos en lugar de pociones así que hicimos lo que un guerrero experimentado hubiera hecho; hicimos  un pic-nic en las faldas de la montaña y nos comimos los muslos de pollo y los pays de manzana, un verdadero guerrero nunca desperdicia la comida.

Y con el estómago bien lleno Lyb, Traicky y yo empezamos a subir la montaña por el sendero de la fortaleza. El camino no fue nada fácil, el frío de la montaña era cada vez más notorio y la nube de cenizas dificultaba la respiración, lo único que se podía ver era el cada vez más confuso sendero y nuestras huellas en la capa de nieve y cenizas y para hacerlo aún peor los espejismos del tiempo no tardaron en aparecer, la crueldad de la montaña nos enloquecia poco a poco destrozando nuestras mentes y poniéndonos a prueba siempre que se presentaba la oportunidad, pero después de un largo camino logramos llegar a la cumbre de la montaña, la fortaleza se encontràba justo enfrente,en las laderas se veian las betas de coridon carmesí resplandeciendo como estrellas en el cielo y la nieve soplando era como polvo de diamantes golpeando suavemente nuestros rostros mientras los últimos rayos del sol se filtraban por encima de las nubes que ahora estaban por debajo de nosotros bañando la montaña con una cálida luz y tiñiendo el cielo con un naranja ardiente, pero el frío era tal que la escarcha comenzó a formarse y extenderse por nuestra piel y armas por lo que prendimos fuego con lo que pudimos encontrar para entrar en calor.

 

Mientras  aún contábamos con la protección del sol pusimos en marcha nuestro nuevo plan. Lyb  creo un círculo de runas y, a Traicky se le ocurrió usar su escudo como un espejo para ver el reflejo del Beholder y poderlo atacar sin el riesgo de ser petrificado, mientras tanto me posicione en un árbol con mi arco para dispararle desde la distancia.

- círculo runico -

Al poco tiempo el velo de la noche cubrió las montañas grises y la luna se asomaba por la montaña bañándola con su luz plateada, había llegado la hora de acabar con el Beholder. Usamos lo que quedó el pollo para atraerlo y sacarlo de su escondite; al final no fue tan inútil como pensé. Cuando por fin salió de la cueva Traicky tomo su maza y con ayuda de su escudo y las bestias que invocaba se enfrentó al Beholder guiandolo hacia el círculo de runas mientras yo disparaba a la distancia para distraerlo, cuando por fin piso el círculo de runas use un hechizo en mi flecha para aturdirlo y así poder activar el círculo y cuando fue activado ocho rayos descendieron desde los cielos apuntando hacia el Beholder, creímos que lo habíamos vencido ...... pero no fue asi, de alguna forma logro sobrevivir al ataque, solo lo logramos enfurecer, un estruendoso rugido rompió la calma de la montaña, miro a Lyb con rabia y se lanzó al ataque, en ese momento Traicky con su escudo bloqueo los ataques del Beholder y usando el fuego del fénix negro logro hacer que el Beholder retrocediera, como Lyb había agotado su mana al activar el círculo runico no fue capaz moverse así que estábamos en desventaja. De un salto baje del árbol y empuñando mi espada corri lo más rápido que pude, afortunadamente tenía una poción de mana en mi bolso así que se la arroje a Lyb, pero olvide que era de vista corta así que reboto en su cabeza y finalmente cayó en sus manos. Nuestro plan había fallado así que tuvieron que improvisar, luchando espalda contra espalda apoye Traicky con la esperanza de vencer al Beholder, repartiendo tajos y golpes logramos mantenerlo a raya pero se nos agotaban las fuerzas así que con lo poco que me quedaba de mana arroje una daga explosiva que aturdió al Beholder y nos dió tiempo suficiente para poder replegarnos.
Lyb sugirió un plan bastante arriesgado pero por las circunstancias era nuestra única opción.

 

Lyb salió al combate apoyada por Traicky guiando al Beholder hacia el borde de la fortaleza hacia el acantilado peleando valientemente y después de unos instantes Lyb grito "Hazlo ahora !!!" Y con todas mis fuerzas concentre mi mana en mi espada y la arroje apuntando al Beholder, cruzando la fortaleza cuál rayo la espada se incrustó en Beholder quien cayó desde el borde del acantilado y con un gran estruendo impacto en la base de la montaña dejando un fuerte chillido por detrás, el Beholder había Sido derrotado.

Antes de salir al combate Lyb había envuelto mi espada en los pergaminos que compro los cuales contienen grandes cantidades de mana e inscribió runas en ellos para que al activarlas el mana en los pergaminos estallara y asi dar un golpe mortal, de alguna forma funcionó y ese mismo día la nube de cenizas que cubrió el altiplano de irselnort durante días se disipó y aquellos que fueron petrificados regresaron a la normalidad devolviendo la paz y la tranquilidad a Arinar una vez más.

 

Este es el fin de esta larga historia joven viajero, de como 3 simples héroes lograron salvar Arinar, una de muchas historias, pero veo que ya debes irte, suerte en tu camino viajero, cuando vuelvas más historias te esperan o quién sabe tal vez tú me cuentes una.

- el fin del camino - 

 

Que buena historia , parece una novela.

[Diego Torrescano 13]

1 hour ago, Andres Florindo said:

Que buena historia , parece una novela.

Gracias, que bueno que te gustó la historia :D,

Edited June 6, 2021 by Diego Torrescano