[2015.06.26] Momentos históricos. Las crónicas de Warspear. Capítulo II

[Peter_Munk 770]

 

Cerca de Nadir-Sard, unos hombres valerosos encontraron un puñado de fragmentos de la lanza del Anciano blanco, la cual acabó desperdigada por todas partes tras la Gran Grieta. Estaba hecha de un metal diez veces más valioso que el oro. Los mercaderes de la Liga Desencadenada empezaron a fabricar monedas azules con él y vendían los mejores objetos posibles a partir de ellas, que estaban solo disponibles en la tienda de milagros (1.0.0). Después, guardabosques de ambas alianzas encontraron una vasta mazmorra bajo la ciudadela de Berengar, con un santuario secreto en el punto más profundo. Allí, Berengar solía adorar al Vengador, uno de los primeros dragones de Arinar. También encontraron alijos ocultos llenos de corindones carmesí. Los mercaderes vendían sus mejores objetos a cambio de esos extraños cristales. (1.0.0 – 1.9.0).

 

Las facciones en guerra estaban tan ocupadas explorando nuevas tierras que no se percataron del inicio de la Medianoche. Las tropas del Mal Primigenio intentaron engañar a los idiotas con oro maldito, el cual ocultaron dentro de unas calabazas que estaban desperdigadas por todo Arinar. Sin embargo, los Centinelas y la Legión se resistieron a la tentación. Al mismo tiempo, un gran número de espectadores fueron testigos de los primeros combates en la arena en sus capitales. (2.0.0)

 

En invierno, todo el mundo pudo participar en las celebraciones del día del Nacimiento del Mundo. Los guerreros de los Centinelas y de la Legión fueron a Límite Nevado a visitar al mismísimo Anciano blanco por primera vez. Todo el mundo que necesitaba ayuda iba allí, dejaban las armas a un lado y se olvidaban de sus desacuerdos. Pero, obviamente, no duró mucho. Durante esta época, artesanos muy hábiles crearon esferas de mejora para fabricar armas todavía más letales. (2.5.0)

 

En cuanto se acabó la festividad, el espíritu de Berengar volvió a llamar a los héroes. Les dijo que una vez se fue de Arinar y se encontró en un mundo misterioso llamado Astral. Berengar quería viajar entre los mundos con mayor frecuencia, por lo que creó un camino: un Laberinto astral. Sin embargo, dicho camino no tardó en llenarse de criaturas de otros mundos. Berengar se acabó perdiendo y su cuerpo desapareció. No obstante, su espíritu sobrevivió y estuvo esperando el momento de su venganza. Los héroes de ambas alianzas entraron en el Laberinto a través de los portales abiertos; allí llevaron a cabo grandes hazañas y se enfrentaron a criaturas de otros mundos. (2.6.0 Laberinto astral).